Prevención de drogodependencia.

Testimonios en primera persona a cargo de 4 presos de Daroca

El pasado jueves 23 de mayo, en el IES  Valle del Jiloca de Calamocha,  los alumnos de primero y segundo de Bachillerato  y algunos profesores tuvimos la suerte de recibir la visita de cuatro presos de Daroca (M.A., V., A., y L.), quienes nos contaron en una charla amena e interactiva, sus problemas con las drogas. Su adicción a las mismas les llevó a delinquir para poder conseguir el dinero para comprarlas, para finalmente ser detenidos y acabar en la cárcel.

Esta charla se produjo por iniciativa de un estudiante de 4º curso de Psicología en la Universidad de Teruel, que actualmente se encuentra realizando sus prácticas de fin de grado  en la prisión de Daroca. Los presos que nos visitaron, se encuentran actualmente  en el  modulo de Unidad Terapéutica Educativa (módulo al que  ingresan voluntariamente  los reclusos que tienen el propósito de rehabilitarse de su adicción a las  drogas, previa firma de un contrato) vinieron acompañados del educador social, el psicólogo, la trabajadora social y la estudiante de psicología en prácticas  de dicho módulo.

Al principio de la charla, tras presentarse al público cada uno de ellos y los funcionarios  que los acompañaban, el educador social del módulo  nos informó de que existe una relación estrecha entre consumo de drogas y delincuencia, y  nos dio el dato de que  8 de cada 10 internos (80%)  tienen problemas con las drogas. A continuación  comenzó la charla propiamente dicha. Ésta consistió en la lectura por parte de  los presos de una pequeña biografía de sus vidas, que ellos mismos habían redactado,  en la que además de datos familiares nos relataban su inicio en el consumo de drogas, su rápida adicción a una o varias sustancias, los problemas familiares y sociales que les acarreó,  la comisión de delitos para costearse su vorágine adictiva,  para  finalmente, una vez  en prisión, los motivos que les habían llevado a tomar la decisión de intentar rehabilitarse de su adicción solicitando ingresar en el modulo de Unidad Terapéutica Educativa.

            Del terrible testimonio de sus vidas pudimos sacar unas cuantas conclusiones. La mayoría de ellos se iniciaron en las drogas con el consumo de cannabis a muy temprana edad. Del cannabis pasaron a drogas más duras: éxtasis, cocaína, LSD, heroína… (es la curiosidad  -nos dijo uno de ellos-  lo que te lleva a probar drogas diferentes). Que el consumo de drogas les llevó al fracaso escolar, a  abandonar sus estudios,  a tener problemas de relación con su familia y amigos, a cambiar de amistades, y también  más adelante a perder la relación con su pareja (mujer) e hijos. Que la adicción a las drogas no va unida al nivel socioeconómico de las familias, ni al nivel de estudios que pueda tener el potencial consumidor. Que tomar drogas es un modo de evadirse de la realidad que no soluciona ningún problema; al contrario, el consumo genera problemas gravísimos. La adicción a las drogas no sólo afecta al consumidor sino al entorno social con el  que está directamente relacionado.  Que la satisfacción que el consumo produce es infinitamente menor que el precio a pagar por ella. Y, por supuesto, que fue su adicción la causa que les llevó a cometer delitos (entre ellos dedicarse al  tráfico de estupefacientes) y a ingresar en prisión.

Todos  los que asistimos a esta charla quedamos impresionados por el terrible testimonio de M.A., V., A., y L.  Acto seguido los alumnos y algunos profesores,  hicieron algunas preguntas  a estas personas que han tomado la decisión de rehabilitarse de su adicción e intentar enderezar sus vidas,  y  amablemente nos  respondieron a todas ellas.  A los alumnos les sorprendió conocer el dato de que dentro de una cárcel también hay drogas, que los adictos a las drogas no son conscientes del grado de su adicción o dependencia de éstas sustancias (ya que todos ellos nos decían que mientras consumían, pensaban que controlaban y que  podían dejarlo cuando quisieran) hasta que sufren una pérdida gravísima.

Palabras de agradecimiento enviadas por los 4 ponentes

Por último sólo quiero expresar aquí la admiración que me produce el testimonio de estás cuatro vidas rotas que buscan repararse,  y agradecer a cuantas personas han hecho posible esta charla, porque actividades como éstas pueden servir  -mucho más que otras medidas-  para prevenir en nuestros jóvenes este problema de salud social que representa el consumo de drogas.

¡Gracias!

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