Tatevik Abrahamyan
El pasado 5 de abril los alumnos de 4º ESO y 1º BTO A visitamos las instalaciones del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), en Montañana (Zaragoza).
El CITA es un organismo público de investigación perteneciente al Departamento de Industria e Innovación, cuya misión es conseguir beneficios para la sociedad mediante la investigación, el desarrollo tecnológico, la formación y la transferencia.
Fernando Escriu, jefe del grupo de Sanidad Vegetal nos explicó en profundidad cuál es la misión que tienen allí los científicos. Los objetivos principales se centran en mejorar la rentabilidad económica de las empresas agroalimentarias de Aragón y en incrementar la calidad de vida de toda la población, desde aquellos que producen las materias primas hasta muchos de nosotros, los consumidores.
La investigadora Cristina Mallor nos explicó qué y qué función tiene un Banco de Germoplasma. Son colecciones de material vegetal vivo en forma de semillas, en este caso hortícolas, en unas condiciones de humedad y temperatura adecuadas para que mantengan su poder germinativo hasta cien años. Su función es conservar las variedades locales que van desapareciendo de los campos, guardando así la variabilidad genética imprescindible para hacer frente a plagas, enfermedades y al cambio climático futuro. Por ejemplo, nosotros mismos, los alumnos de 1ºA, estamos contribuyendo con esta labor, cultivando semillas de variedades locales de guijas, lentejas y garbanzos procedentes de la zona del Jiloca y que han sido proporcionadas por el Banco de Germoplasma de CITA.
Alicia Cirujeda, escritora de libros como La cara amable de las malas hierbas y Diviértete con las plantas, nos habló de la Sanidad Vegetal, centrándose en la Malherbología, la ciencia dedicada al estudio y control de las plantas arvenses. Pero, ¿qué es una mala hierba? Esta investigadora nos explicó que una mala hierba es toda planta que crece en un lugar y momento no deseado.
Después de las charlas impartidas nos dividimos en dos grupos. Unos fueron a visitar el Jardín Arvense y después los Bancos de Germoplasma y un laboratorio, y los otros al revés.
En el Jardín Arvense, Alicia Cirujeda, Joaquín Aibar y Gabriel Pardo, nos enseñaron gran variedad de plantas arvenses, de las cuales tenemos el privilegio de poder encontrar una gran parte en la comarca del Jiloca. Personalmente me sorprendió la gran variedad de amapolas. La más común y que todos conocemos es Papaver rhoeas. Unas de otras se diferencian principalmente por el fruto. Con referencia a su libro Diviértete con las plantas Alicia nos enseñó a lanzar hojas de caña, ¡cómo si fueran flechas!
En el laboratorio que visitamos con Cristina Mallor vimos una gran variedad de semillas que los distintos agricultores cultivan, seleccionan y las envían al CITA. Una de las cosas que más me llamó la atención en el laboratorio fue la máquina que limpia las muestras por densidad. Nos mostró dos frascos con diferentes semillas, dividiendo al grupo en dos para ver quién adivinaba ambas muestras. Unas eran semillas de cebolla (jamás habría imaginado que son así) y otras de tomate. Seguidamente fuimos a ver los congeladores donde se guardan las muestras ¡a -18ºC! Sólo los más valientes se atrevieron a entrar dentro.
Tras la visita comimos y emprendimos el viaje de vuelta, realizando diversas paradas para observar los múltiples cultivos cerca de nuestra comarca. Y por último, cambiando el tema. dimos un pequeño paseo histórico por la ciudad de Daroca y tomamos un descanso para tomar un helado antes de volver a casa.
