EL PRINCIPITO, de A. DE SAINT-EXUPERY


images[9].jpg

EL PRINCIPITO,de A. de SAINT-EXUPERY

” Miré pues, la aparición con los ojos absortos por el asombro.No olvidéis que me encontraba a mil millas de toda región habitada. Además el hombrecito no me parecía ni extraviado, ni muerto de fatiga, ni muerto de hambre, ni muerto de sed, ni muerto de miedo. No tenía en absoluto la apriencia de un niño perdido en medio del desierto, a mil millas de toda región habitada…”

COMO AGUA PARA CHOCOLATE, de LAURA ESQUIVEL


images[6].jpg

COMO AGUA PARA CHOCOLATE,de LAURA ESQUIVEL

” Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillas en nuestro interior, no las podemos encender solos, necesitamos oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender una de las cerillas. Por un momento, nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. “

EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO,de J.D. SALINGER


images.jpg

EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO, de J.D.SALINGER

“¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? (…) Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura”.

LA ISLA DEL TESORO, de R.L.STEVENSON


images[4].jpg

LA ISLA DEL TESORO, de R.L.STEVENSON

“Pasó mucho más tiempo de lo que el Squire calculaba antes de que estuviéramos listos para zarpar, y ninguno de nuestros planes -ni siquiera el del doctor Livesey, de tenerme a su lado- pudo realizarse como lo pensamos. El doctor tuvo que ir a Londres en busca de un médico que se encargase de su clientela; el Squire trabajaba como un negro en Brístol; y yo vivía en su mansión al cuidado del viejo Redruth, el guarda de caza, casi como un prisionero, pero lleno de ensueños marítimos y de deleitosas imaginaciones de extrañas islas y aventuras. Horas enteras me pasaba sobre el mapa, y recordaba sus más nimios detalles.”

LA LLAMADA DE LO SALVAJE,de JACK LONDON


images[1].jpg

LA LLAMADA DE LO SALVAJE,de JACK LONDON

Una vez en el suelo, a Morganson se le quitó el miedo. Se imaginó que lo encontraban muerto en la nieve y estuvo un rato llorando, compadeciéndose de sí mismo. Pero no tenía miedo. Ya no se sentía con fuerza para luchar. Cuando intento abrir los ojos se dio cuenta de que las lágrimas se le habían helado y le resulto imposible hacerlo. No se molestó en quitarse el hielo. Que más daba. No se había imaginado que la muerte fuera tan sencilla. ”