BALZAC Y LA JOVEN COSTURERA CHINA, de DAI SIJIE “Una vez más, ver reír a la Sastrecilla me fascinó. Era de una belleza distinta a la que me había seducido durante la sesión al aire libre. Cuando se reía estaba tan bonita que, sin exagerar, yo habría querido casarme con ella, aunque se tratara de la novia de Luo. En su risa, sentí el aroma de las orquídeas silvestres…”
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