UN TRANVÍA EN SP, de UNAI ELORRIAGA “La cosa es que Roma y Marco buscaban dos casas que estuviera frente a frente; una, por ejemplo, de ocho pisos y de siete pisos la otra, a unos treinta metros de distancia. Elegían casas que tuvieran ventanas anchas en las escaleras. Una vez encontradas, Roma se metía en una y Marcos en la otra. Subían al sáptimo piso y se ponían junto a la ventana de la escalera; pero, aun estando los dos en el mismo piso, siempre quedaba uno por encima del otro, porque los arquitectos siempre han sido personas insconstantes.” |